La iluminación de los aparcamientos, subterráneos o descubiertos, o de las áreas de tránsito, es necesaria para garantizar la seguridad pública. El aparcamiento debe transmitir la máxima seguridad a las personas, evitando zonas oscuras. Además, la eficiencia energética es fundamental para reducir al mínimo los costes operativos en las áreas usadas de forma intermitente.