La iluminación para deportes acuáticos debe utilizar productos con bajo mantenimiento, resistentes a la corrosión del cloro y a una elevada temperatura de ejercicio. La iluminación general debe permitir a los deportistas desarrollar de la mejor manera posible las diferentes actividades que tienen lugar en la piscina, limitando los deslumbramientos y permitiendo a los espectadores asistir a las competencias con el máximo confort visual.