La iglesia de la Bienaventurada Virgen María en Verona propone una identidad fuerte y definida del espacio sacro, lugar donde las personas pueden encontrar belleza y espiritualidad. La luz es un elemento revelador de los lugares, de los volúmenes y de los elementos. En el proyecto, por lo tanto, se han adoptado una serie de ideas para "construir" el espacio tanto con luz natural como artificial.
La luz en el interior de la nave es solo cenital y, por lo tanto, fácilmente controlable para evitar encandilar a los celebrantes. Al entrar a la iglesia se percibe la intensidad de la luz que se va intensificando hacia el altar. En los deambulatorios, las aberturas altas y estilizadas, que caracterizan los laterales de la iglesia, permiten la entrada de la luz. Las altas hojas de madera y al interior de la nave llega una luz difusa. En el cimborrio, la luz cae desde arriba para iluminar el presbiterio.
La iluminación natural está complementada por luz artificial de LED capaz de mimetizarse con la arquitectura capaz de resaltar los momentos y los elementos litúrgicos y todo el programa iconográfico. La luz pone en relieve las vibraciones de los paneles laterales y las nervaduras y exalta la verticalidad y la espiritualidad del espacio litúrgico. Para la iluminación artificial, los diseñadores han utilizado la tecnología LED de los productos PERFORMANCE iN LIGHTING, que han asegurado ahorro energético además de garantizar gran calidad en la instalación del proyecto luminotécnico.
El estudio ARCHINGEGNO y los técnicos de PERFORMANCE iN LIGHTING han aplicado una serie de ideas específicas para mejorar la percepción luminosa global. En el techo de la nave se realizó una moldura en placas de yeso sobre los paneles laterales, con una ligera inclinación hacia el centro de la nave, para que tanto la luz natural como la artificial –creada con una línea continua de LED– descienda suavemente, sin resplandor directo. Al lado de la moldura, en los espacios de los paneles laterales verticales han sido colocados 18 proyectores FOCUS+ 3 con óptica de 34° que orientan la luz hacia las personas debajo. En la parte superior del presbiterio se ha instalado un carril electrificado con los proyectores AS448 LED que iluminan la zona del altar y los principales puntos litúrgicos. Al entrar a la iglesia no existe el salto luminoso entre la nave y el presbiterio pero sí es perceptible la intensificación armoniosa de la luz hacia la zona presbiteral.
En un segundo volumen ubicado en la zona norte, conectado al de la gran nave litúrgica, con entrada independiente desde la anteiglesia, están ubicadas la capilla ferial y la sacristía. El altar de la capilla ferial se caracteriza por la luz natural cenital que roza los revestimientos de madera y de metal color oro, mientras que la iluminación artificial en esta zona está dada por los proyectores AS442 LED. En los espacios de la sacristía, la iluminación general es suministrada de manera puntual y eficaz mediante la utilización de las luminarias empotradas en el techo DL220 LED.
Toda la iluminación está regulada mediante tecnología DALI que permite la modificación de los valores de emisión luminosa de los diferentes escenarios luminotécnicos y la agrupación de las diferentes fuentes luminosas, facilitando así la utilización del control y el manejo de los regímenes luminosos.
