Una correcta iluminación pública permite reconocer la fisonomía de una zona también de noche, vivir en los espacios compartidos los momentos más bonitos de la vida social, poniendo en primer lugar la seguridad. La iluminación urbana del patrimonio público bien diseñada incluye sistemas de iluminación innovadores que se adaptan hora tras hora a las diferentes exigencias del lugar, plasmando sus contornos y poniendo la luz al servicio de las personas.